martes, 30 de agosto de 2011

Fenomenología de la slipper


Slippers, tuxedo flats, smoking flats. La quintaesencia del pijismo más rancio y pestilente. Sí, más que los mocasines Sebago, que ya es decir.

Y sin embargo...

Tengo el runrún metido en el tuétano desde la pasada primavera. Lo tengo ahí, latente, alarmante como una bomba de relojería.

Pasó en Nueva York, iba tan tranquila cuando de repente, zaska, vi estas. Fue una cosa mala, mala, mala. Me las probé y las quise y las quise y no sabía de dónde me venía el runrún, pero ahí estaba, dándome clarísimas órdenes de compra inmediata.

Warning, warning, warning.

Sabía que no podía ser un runrún original mío. La copiona de verdad, copia hasta sin darse cuenta. Y yo soy de esas, lo dudáis??!!!!

En ese momento no lo sabía, pero la culpa la tenía Garance Doré. No recordaba haber visto este post, pero una amiga lo hizo por mí y ahí corte en seco mi necesidad de tenerlas. No sé porqué, porque me gustaban igual, pero pensé, joder, qué básica que soy, qué primaria... qué... qué... pensé que es absolutamente necesario dejar de ver blogs de moda, soy demasiado sensible a sus imputs, por dios santo!!! stop!!!

Y me aguanté y no las compré por esas razones y por otras, entre ellas, porque a pesar de que me encantan, dudé. Son demasiado pijas???? Pensé... serán la gota que colma el vaso de mi etapa posh?????? y luego volví a dudar y pensé... unos zapatos de estampado leopardo yo??????

Pero la pulsión estaba ahí. Me las probé y a pesar de todas mis dudas, misteriosamente, casaban bien conmigo.

No las compré y aquí estoy todavía con el runrún y las veo por todas partes. Las slippers me persiguen y ya las tienen hasta en Zara.

Para hacer honor a la verdad hay que decir que vienen amenazando desde tres o cuatro años ya, cuando el hijo de Nati Abascal lanzó las Scalpers y de repente todo los famosetes patrios empezaron a llevarlas. Salían a la calle con las zapatillas de estar por casa, ese era el pensamiento recurrente cuando los veíamos de esa guisa en las páginas de la Cuore. O no??? pues claro.

Además, ese pensamiento no andaba tan desencaminado porque estos zapatos, que suelen ser de terciopelo, nacieron para que la aristocracia británica los llevara para estar tan ricamente dentro de sus mansiones. O sea, su origen es indoor total.

De ahí, no sé porqué ni cuándo, pasaron a llevarse con el smoking y luego por culpa de las putas Scalpers hay hombres que las llevan hasta con vaqueros. Y eso sí que no. Unas slippers con tejanos, dios santo. Libido bajo cero.

Scalpers a un lado, lo cool es que sean de Tricker's, Crockett&Jones o incluso de Church's.

Luego está Stubbs&Wootton, que tienen también para mujer y son en realidad los que fabrican las Scalpers.

Y ya está, aquí sigo con mi runrún.

Os parecen lo peor? Relación de amor-odio? Un guilty pleasure?

Besos a todas

Lula P.


viernes, 26 de agosto de 2011

The Burning House

Es la eterna pregunta ¿Qué te llevarías de tu casa si ardiera?

Pensad en todo lo que tenéis dentro. Toda vuestra ropa, vuestros libros, vuestros trastos... TODO a la mierda. Sólo podéis salvar lo que quepa en una sola fotografía. Este es el lema del magnífico blog The Burning House. Es como un The Selby S.O.S., o algo así.

Visitadlo, engancha.

Hay de todo.

Está la flipada que salvaría una helvética:



El patriótico que se lleva hasta la bandera:



La que no quiere oler a gato quemado:




La que se quemaría dentro porque tanto no le daría tiempo a sacar:





El que conoce la importancia de la memoria y salvaría fotos familiares:






No conviene menospreciar el poder de la memoria, de los recuerdos.


La historia del hombre está escrita por malvados que conocían su importancia. En los campos de exterminio nazis lo primero que se hacía era quemar todo lo que daba identidad a esos judíos. Sus fotos familiares, sus ropas... No bastaba con matarlos. Eliminar su memoria era acabar con su identidad. Como si nunca hubieran nacido.

Lo mismo ocurría en los gulags estalinistas de la Unión Soviética. Los trabajadores que construyeron el Transiberiano (quizá no fue en el Transiberiano, sino en algún canal de Siberia, escribo esto de memoria, lo estudié en la carrera, quizá me equivoco, pero yo juraría que fue en la construcción del tren)... Los trabajadores de los gulags, forzados y desprovistos de toda identidad, se cortaban alguno de sus dedos y lo clavaban en las vías del tren. Era su forma desesperada de reivindicar su memoria, su yo, su existencia.

Y sí, muchos rescatarían fotos:




Porque parece mentira que con una sola foto y esos cuatro trastos podamos intuir a la persona que hay detrás:




Porque en realidad, quizá, este blog habla de vidas que ocurren y han ocurrido:



Quizá esas fotos son sensaciones, como la que te invande al leer a Hemingway: 'For sale. Baby shoes. Never worn'.

O puede que no, puede que todo sea más simple, puede que tan solo sea un compendio de hermosos bodegones contemporáneos:



Pero es guay ver lo previsora que es la gente...

La que más, la que pillaría una botella de buena ginebra para beber entera mientras ve su casa irse con las llamas:




Y luego el otro que se aseguraría de poder cocinar al día siguiente:



Pero mi favorita es esta, seguramente porque es exactamente lo que yo me llevaría:





Estoy segura de que pasaría de las fotos familiares, de los libros y su puta madre. Pillaría a mis dos hijos en volandas y saldría echando hostias por la puerta.


Ya habrá más vida para hacer nuevas fotos.


En cualquier caso, si me aseguran que hay tiempo, sólo cogería cosas que no pudiera comprar.


Seguramente todo el mundo haría lo mismo, pero hacer fotos chulas no está mal para colgar en ese fántastico blog.


¿Y vosotras qué os llevaríais?


Besos y feliz fin del verano a todas.

Lula P.