jueves, 12 de diciembre de 2013

Criticonas boom boom



Está pasando. Son una puta secta. Otra puta secta. Por si no teníamos bastante con las putibloguers ahora tenemos que aguantar a las criticonas. Ayyyy santamariapurisima, las criticonas, esas a las que el blog se les sube a la cabeza y en su paranoia se acaban creyendo periodistas de raza aunque no sepan hacer la O con un canuto y su entradas duerman hasta a un mono tití.

No os preocupéis que ahora lo explico un poquito mejor, seguid leyendo, que hoy vengo aquí a criticonear.

Ya que está de  moda.




Generalmente sus blogs son bastante Zzzzzz, aunque se creen expertas. Siempre criticonean con desprecio hasta la crueldad a periodistas de medios tradicionales (tanto en su versión impresa como digital) y la mayoría de sus víctimas (profesionales, ojo) escriben en revistas o semanarios. NUNCA se critican entre ellas. Ya pueden escribir cualquier mierda, que les da igual, se pajean unas a otras y siempre son muy fans del resto de miembros de la secta (bloggers todas y todos, claro).

Y hablo en femenino porque sí, pero podría hacerlo en masculino perfectamente porque más de una comida de polla absurda he leído por ahí.

Criticonear, igual que cotillear, es un ejercicio divertido e incluso liberador, pero para hacerlo hay que respetar dos reglas muy sencillas:

1- Criticonea sólo en privado y con gente de máxima confianza. Si tienes alguna duda de alguien, por pequeña que sea, cierra la boca y no digas ni Pio. Jamás hay que ser desubicada, jamás. No aceptamos Twitter como animal acuático.

2-Si eres una persona falta de prudencia y te la suda la primera regla, intenta al menos no ser un personaje carente de virtud. Respeta a los que saben más que tú sobre algo y aprende. Que los miles de followers no se te suban a la cabeza, querida, porque eso no significa nada, son sólo un número, putos followers y los followers se pueden comprar (empiezo a pensar que todas han hecho ese acto patético que les pega todo).

Respeta, repito, a los que saben hacer algo mejor que tú porque quizá un día tú tendrás que hacerlo y entonces te retratarás en tu ignorante condición de criticona.




No me digáis que dé nombres porque no me da la gana, además, son demasiadas. Y ya que con este post criticón estoy rompiendo la primera regla, intentaré al menos ser una criticona virtuosa y mantenerme fiel a la segunda.

Mejor me pongo poeta, a ver si lo entendéis ahora con la metáfora del huevo frito:

-Yo no puedo decir que vería cumplido mi sueño si me ficharan en la cocina de los hermanos Roca porque yo no sé hacer bien ni un puto huevo frito. Si me ficharan sería un fichaje falaz, pura reducción al absurdo. Mi sueño tendría que ser, sencillamente, aprender-a-cocinar. Hay dos palabras hermosas en el DRAE que en este punto conviene recordar: Humildad y honestidad.

Si encima pongo a parir a cocineros profesionales que fríen los huevos mejor que yo, pues entonces merezco pillar hongos en un baño público.

Si para rematar me paso la vida dando el coñazo diciendo lo mal que fríen los cocineros (profesionales) los jodidos huevos y luego, de repente, un día me piden que fría yo el mío y me sale un huevo frito mierdero-MEDIOCREEEEEE pues entonces merezco que me corten la cabeza.

Y lo peor, sin lugar a dudas, lo imperdonable, es que ninguno de esos blogs tiene sentido del humor. Es lo que tiene darse tanta importancia, que se te escapa la vida sentando cátedra y te olvidas de reír.

Creo que con esto ya he vomitado suficiente por hoy, ahora podéis darme la razón o criticonearme y decir que tengo envidia.

Envidia, esa gran palabra que de tanto que la usan ya no significa nada.

Besos y amor para todas.

Lula P.

martes, 3 de diciembre de 2013

Monstruos del raw denim

Si compras los primeros vaqueros que ves por por 10 euros en HM y no los pones en remojo antes de estrenarlos, eres lo puto peor.



Si lavas tus vaqueros nuevos antes de seis meses, vomito encima de ti.



Si no sabes lo que significa la palabra 'sanforizar' o 'sanforizados', que te vomite tu vecina.

Los putos modernos no se conforman con el bigotillo por noviembre ni con la barba Trivago ni con el huerto en el minibalcón, ahora nos quieren joder la vida con toda la movida del raw denim. Toda una filosofía que tiene sus reglas y todo y crocúpate si no las sigues.





Resumiendo, unos raw jeans son los que vienen sin tratamiento previo. Nada de lavados, ni de pasados por la arena, nada desgastados. Son esos oscuros y tiesos, la mayoría 100% algodón y lo suyo es que sean made in USA or made in Japan.

Los raw jeans para que molen tienen rectos, no pitillo.Y también pueden ser de campana, pero no introduzcamos hoy encima el concepto acampanados porque entonces sí que nos hacemos la picha un lío.

Centrémonos.





Las guayonas matan por unos petit new standard de APC  y lo que mola es enseñar en tu blog o tu tumbrl o donde sea las fotos de cómo se han ido desgastando solos los dichosos vaqueritos. Yo este punto lo entiendo mucho porque comprar unos vaqueros con un desgastado bonito es lo más complicado del mundo, a la altura de encontrar LA almohada.


Y ese puntito de que una vez gastados no haya en el mundo otros vaqueros "tan tú". Muy auténtico todo. A estas alturas del post, obviamente, ya tengo claro que necesito de forma urgente unos raw jeans.

Llamadme modernuqui. Yo, que sufro modernofobia.

Muy fuerte.

Como os he dicho más arriba, después de comprarlos lo primero que hay que hacer es ponerlos en remojo en la bañera. Y ponle algunas botellas o algo de peso encima para que no floten. Este punto es la regla inquebrantable de todo seguidor de la secta del raw denim. Como te los pongas antes de remojarlos, la has cagado pero bien. Así de claro. No tengo ni puta idea de qué cojones pasa si te los pones, pero seguramente algo así como que se hunda el Dow Jones o explote una bomba en un orfanato de niños chinos. Tú, por si acaso, remójalos y ya te quedas tranquila.

Yo lo haré.

Una excepción a esta primera regla es que si tus vaqueros son sansorizados no hace falta que los metas en remojo. Sanforizar, sanforizados, esa palabra maravillosa que devuelve a nuestro escueto vocabulario el impactante mundo del raw denim.

Una prenda sansorizada es la que ha sido previamente tratada para que cuando sea lavada no se encoja ni sufra otro tipo de alteraciones.

Antes de que la ropa se sanforizara tenías que comprar una camisa tres tallas más grande porque se encogía. Supongo que las madres del mundo fueron a la revolución y entonces obligaron a la industria a inventar ese proceso sansorizador e incluirlo en la fabricación de ropa.

Sigo.

Una vez remojados ya los puedes usar y no debes lavarlos al menos hasta que pasen seis meses. Otra regla absurda que crocúpate tú si no la sigues. La historia está en que los putos modernos parece ser que se ponen los mismos vaqueros todos los días del año. Como si no tuvieran nada más en el armario. Ese punto me parece muy 'crisis de 2007', muy pro-austeridad. Pero como entienden que en el mundo hay personas de inferior categoría que no se ponen cada día los mismos vaqueros, perdón, los mismos raw jeans, pues entonces te dicen que el primer lavado puedes incluso alargarlo y estar un año sin meterlos en la lavadora.

Este japonés ha hecho hasta un documental de sus raw jeans y de cómo se desgastan durante dos años sin lavarlos y viajando con ellos puestos (cada día, sin mudarse de pantalones) por 50 países. Eso es es ser modelno y lo demás son tonterías.



Y no os preocupéis, que este chinito ha hecho la prueba a los suyos, que no ha lavado en 15 meses, y dice que no tienen bacterias.

Hay peña que hasta los almidona. Troncas, yo no he almidonado nada en mi vida. Si no plancho, qué coño voy a almidonar? Cómo se hace eso?

Yo quiero unos Levis. No llevo levis desde que tenía 14 años, así que cuando vaya a comprarlos preveo que será una experiencia reveladora.

Bueno no, quiero los de APC!

Un beso a todas.

Lula P.