martes, 30 de septiembre de 2014

Esto no es un post


Es un minipost.

Esto es otoño:


Y esto:


Siempre llevo los pantalones sastre con zapatos masculinos, pero ahora quiero que me lleguen a los tobillos y llevarlos con botines de tacón. Quiero eso!

Y quiero volver a ver todos los capítulos de You'r are the worst. Porque mola, porque la pareja protagonista tiene una química adictiva, aunque algunos chistes me parezcan directamente malos. Me da igual, me gustan mucho ellos dos y el amigo zumbado y la amiga ahuyenta-hipsters. 
Me gusta que escupan cuando practican el sexo oral. 
Me gusta mucho You're the worst.


Y esto no ha sido un post, ha sido un minipost, porque soy vaga,
porque soy LO PEOR.

Besos

martes, 16 de septiembre de 2014

Runrunes de otoño


Este verano tozudo se resiste a acabar. Y yo quiero que termine, que termine YA.
Definitivamente, me estoy haciendo insoportablemente vieja. Y no lo digo porque me cuelgue el culo (que me cuelga), ni por estas canas que crecen rápidas como las ortigas en el patio de un colegio (que también).
Lo digo porque a mí antes me encantaba el verano, el calor y la playa y los tirantes y los labios en fucsia y las sandalias y las montañas de helado de vainilla.




Pero ahora NO.
Antes odiaba el invierno y el frío (aquí viene cuando digo algo tan divertido como “yo es que soy de sangre caliente”).
Pero ahora no, ahora no, ahora no, ahora quiero que acabe este calor que me quita el aliento y que baje de una puta vez la presión atmosférica. Cuándo coño me había fijado yo en cómo está la presión atmosférica? Pues lo hago. El calor y la presión atmosférica tienen la culpa de que me pesen hasta las pestañas y que no pueda con mi vida.

Lo digo aquí y ahora: odio el verano.
Y vivo en una jodida isla mediterránea con los índices de humedad estival preocupantes.
Esperad que os lo vuelvo a escribir: el índice de humedad y la presión atmosférica. Una puta pesadilla.
Lo que yo quiero es que llegue el otoño y dormir arropada y que me apetezca tomar infusiones calentísimas de COLA DE CABALLO.
Té matcha????? Desde aquí lanzo un llamamiento a las fans de la cola de caballo, tanta gilipollez suelta por ahí cuando tenemos la cola de caballo, tan del Mercadona, con lo bien que nos va para creer que eliminamos esos líquidos que no son más que kilos acumulados durante este insoportable verano.
Os digo una cosa, yo he tomado té matcha en Japón y es una puta porquería, sabe a detergente barato. Y tomé mucho, porque en ese momento quería ser japonesa, pero yo era la única occidental en Japón capaz de tomar esa mierda que ahora resulta que si no la tomas no eres guayoni. Avisadas quedáis.
Y ahora al tema, que este iba a ser un post rápido de runrunes:

-Chaquetas largas. El año pasado me compré una de lana a rayas anchas en negro, azul marino y gris en Cortana. Un chollo rebajadísimo que encontré en una pop up que hizo antes de Navidad. Me la puse mucho y me creía moderna porque al menos por aquí no se veía a nadie con chaquetas largas de lana. Es una chaqueta realmente bonita, como un kimono pero de lana, que me compré porque me recordó a las que tenía en los 90 (otra vez la nostalgia, que me hago vieja, coño). Luego este verano sacaron unas en HM y la pillé en azul marino por dos duros, esa tiene botones delante y es de punto fino. Y ahora veo chaquetas largas por todas las revistas y en Zara y por todo el globo terráqueo.


A mí esta moda me gusta mucho porque las chaquetas son largas hasta casi el tobillo y ya os he dicho que me cuelga el culo, así que todo lo que haga esconder eso me parece una puta maravilla.


La de Cortana me la pongo con todo, con las Adidas, las Converse, con botines de tacón ancho, con pantalones de sastre ancho y zapatos cordados… La quiero llevar todos los días, pero me aguanto.

-Americana blanca. Hola soy Lula y no tengo americana blanca. Ni negra. Este invierno tengo que solucionar este detalle vergonzante de mi vida. He visto las de American Vintage y son muy chulas. También he visto la de 30 y pico euros por HM. La única condición que pongo es que sean larguitas y lleguen como toca a la cadera.


-Jersey granate. Tiene que ser ancho, me da lo mismo si de cuello alto o redondo, pero ancho. Y si no es granate, pues rojo. No tengo nada rojo. Tengo que poner algo rojo en mi vida cuanto antes.





-Llevar todo el invierno media melena. Os he dicho que quiero ser francesa? Además, el pelo largo es para el verano. Yo ahora soy chica de invierno y todo el mundo sabe que nada queda mejor con los abrigos y los jerséis de cuello alto que una estupenda y sofisticada media melena.

-

-Candelabros. Quiero llenar la casa de candelabros. Porque la palabra candelabro es realmente bonita y porque ya sirven para poco o nada y por eso me gustan tanto.


-Gris total. Habíamos olvidado el gris y eso es imperdonable. Quiero volver a ir entera de gris, aunque sea morena y siente mejor a las rubias.

-Y por último, el runrún de los runrunes. Pero para saberlo tendréis que esperar un tiempo #mecreorica

Un beso a todas.

Lula P.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Lo sexy de la longevidad


Ocurre cuando las ves en la intimidad. La longevidad de una pareja me resulta tremendamente sexy, con su mezcla de sabiduría y pragmatismo, cuando notas que el amor es algo más y se escurre entre las sábanas.

Si habéis visto 'Don,t look now' sabéis de lo que estoy hablando.




Esa escena de Donald Sutherland y Julie Christie haciendo el amor resume en cierto modo por qué me gusta tanto llevar media vida con mi marido. Hay cosas que es mejor no explicar, por innecesario, porque corres el riesgo de empacharte con las palabras y porque simplemente son sensaciones y las mejores sensaciones se suelen tener en silencio.

Por eso tenéis que volver a ver esa escena una vez más. Y otra.


Y otra.



Y otra!



Esa escena contiene todo lo que intento decir en este post y probablemente no consiga. La suerte es que puedo desviarme y hablar de Julie Christie, que no se puede ser más bonita que ella en esa película.




Era en 1973 y yo quiero su pelo en pleno 2014. Y sus jerséis de lana y sus faldas por debajo de la rodilla y sus abrigos de solapa ancha, sobre todo sus abrigos, y hasta las botas altas de piel roja. Si yo me pusiera esas botas parecería una troyana loca, pero ella las lleva como una jodida reina veneciana.



Yo este otoño quiero ser Julie Christie. Lo quiero mucho y muy fuerte, ser como Julie Christie en los 70, con ese cutis y ese pelo y esos colores otoñales que tanto echo de menos (hartísima de verano como estoy).


Esa escena de cama, tan rematadamente sexy, tan sorprendentemente normal.



Y la siguiente de ella arreglándose en el baño con el juego del pintalabios y ese pelo, que quiero ese pelo.



Lo que me provoca una pareja de desconocidos en la intimidad no tiene nada que ver con eso. Dos personas que no se conocen pueden ofrecer una imagen sexy, pero desde luego de un tipo muy diferente. Un sexapil imberbe, torpe, académico.

Las longevas me gustan más, como la de Tom Cruise y Nicole Kidman en 'Eyes Wide Shut'. La escena de ellos dos en la habitación la puedo ver en bucle hasta el infinito sin apenas cansarme ni hartarme.



Y otra cosa importantísima: los baños en suite. Pocas cosas en esta vida me parecen más sexis que un baño en suite. Ahí dejo esa rareza.


Porque cuando uno lleva 20 años (o 14) con la misma persona no hay postureos que valgan y eso, rediós bendito, me encanta. 

Esa escena de 'Before Midnight' en la que Ethan Hawk y Julie Delpie (segunda Julie en este post, súper casualidad) están en la cama del hotel intentando hacer el amor y ella sin parar de hablar y de repente entran en pelea y ella se levanta y discute tal cual está, con el vestido bajado hasta la cintura dejando los dos pechos al aire, sin importar lo más mínimo, sin hacer ni un solo gesto de recolocarlo... Esa escena es la puta hostia, real.



Me gusta cuando dos personas se conocen mucho y aún así se siguen atrayendo hasta la locura.



Tenía que ponerles a ellos. Porque se casaron dos veces y la primera duró 10 años y las imágenes de los dos juntos son pura dinamita.




Richard Burton y Elizabeth Taylor, la virgen, cómo debía ser aquello.



Un beso a todas