martes, 21 de diciembre de 2010

Bailarinas gordas y periodistas subnoramales

Es lo que tiene mi profesión, que cuando sale uno subnormal su eco se oye en el mundo entero. En este caso le ha tocado a un crítico del New York Times, que le ha dado por llamar gorda a una de las bailarinas más conocidas de Nueva York. El tío fue a ver El Cascanueces, le pareció que el hada del azúcar estaba fondona y en lugar de pensarlo y callarse decidió que era imprescindible plasmarlo en su artículo.

Creo en la libertad de expresión y soy la primera que no me censuro a la hora de escribir. Me parecería incluso correcto (aunque no lo compartiera) que lo contara así si la bailarina estuviera gorda de verdad. Sin embargo, no entiendo qué coño le pasa a este hombre para ver gorda a esa mujer. Cuando he leído la noticia he ido pitando a ver fotos de ella en Google y no he encontrado ninguna en la que se le vea si quiera gruesa.

Pie de foto: La bailarina Jenifer Ringer, que en absoluto está gorda.

Empeora el asunto que sea vox populi que la pobre sufriera anorexia en su adolescencia. Estoy convencida de que cuando el periodista escribía su crítica sabía que se liaría parda. Me ha pasado muchas veces, trabajar en un artículo y saber antes de sacarlo que habría polémica. No somos tontos, va con la profesión. Blanco y en botella... Por eso creo que este tenía muchas ganas de protagonismo y que ese ombliguismo lo ha padecido la pobre bailarina, que aunque sea lánguida y delgada como un junco, seguro que ha visto cómo su autoestima se hundía más de dos metros bajo tierra.

Las profesiones en las que una persona se expone tanto a los demás son una gran putada. Es lo que hay y hay que concienciarse, pero un ataque así tiene que doler tela... lo peor es que a ver cómo se le convence a la pobre Ringer de que no está gorda, de que el problema está en el otro, que está cegato y rozando el encefalograma plano.

Dicho esto, subo este post para deciros también que quiero ser bailarina y que uno de mis objetivos de 2011 es apuntarme a ballet. Ya os lo dije, ahora os lo repito. Que tiemble el crítico de NYT.

Besos

Lula

8 comentarios:

marta dijo...

La verdad esa que si,...que a veces no hay que confudir libertad de expresión con estupidez suprema. Uno puede decir lo que quiera pero cuando es una imbecilidad, lo es y punto. Obviamente no está gorda (hecho totalmente objetivo) asi que encima de memo, cegato. De todas maneras tampoco entiendo que prentendía aportar al hacer ese comentario y menos en el NYT

Me gusta tu pañuelo (aunque sea una plaga entre las celebrities, que no a pie de calle) y no me gusta Eugenia Silva.

marta dijo...

Flipo con lo de "Grasa para la gallina? Escándalo, ¿Grasa para el pollo? no pasa nada"

Lo dicho, memo y cegato.

Sonia Martínez dijo...

Qué fuerte! no sé en qué estaría pensando el tío ese... Igual tuvo algún lío con ella y es un venganza o algo así, porque no lo entiendo.

LUX dijo...

ESA ES MI LULA.

Es indignante ver que estas cosas parece que nunca sde acaban.. pobre mujer!! cómo está el patio...

Nina dijo...

Lo grave es que en lugar de disfrutar del espectáculo se detenga en semejante memez,que por otra parte es mentira,a la vista está.

Teniendo en cuenta el pasado de la chica es todavía más fuerte, pero tiene que haber de todo.

Yo me dedico a otro mundo, más cercano al arte y no tengo ni idea de periodismo pero supongo que el verdadero ingenio reside en provocar sin ofender, al menos no tan clara y abiertamente.

Un saludo

Nina

Nina dijo...

Por cierto, mi madre fue bailarina, tuvo que dejarlo por circunstancias pero me encanta ver sus fotos de entonces.

Nina

ester dijo...

tachán, tachán, tatatachán: he creado una nueva web: www.cuestiondestylo.com
a ver qué os parece!!!
beso!
e.

Ira Keil dijo...

Que hijo de puta el journalist ese. Se sale como escribes no te censures nunca y por supuesto animate con el ballet.