Lecciones de Nueva York

A estas alturas, descubrir algo nuevo de Nueva York es imposible. La conocemos todos tanto, hasta quienes nunca han estado allí o los que van por primera vez y se sorprenden del continuo deja vú que ofrecen sus calles.

Con NYC pasa como cuenta Antonio Muñoz Molina en Ventanas de Manhattan, la hemos visto en tantas fotografías, en tantas películas... es como si en algún momento de nuestras vidas hasta hubiéramos vivido allí.

Y sin embargo, siempre nos sorprende.



Nueva York es coolest, excesiva, arrogante y acelerada. Es un circo donde hasta se hace merchandising del 11-S. Sí señoritas, justo al lado de la Zona Cero te encuentras con una especie de negocio conmemorativo de esa fecha donde se venden bolígrafos, camisetas y todo tipo de souvenir donde pone 9-11. Como si aquí hiciéramos lo mismo con el 11-M, pues eso.

Los americanos son así, como no tienen historia, se la inventan. Inventan su legado, sus monumentos y sus fechas patrias. Todo se vende, hasta un atentado terrorista.

Para que os hagáis una idea, en el sur de EEUU (si mi memoria no me falla) hay un pueblo muy famoso que se llama algo así como 'El pueblo de la cascada'. En ese lugar no hay ninguna cascada natural, se la inventaron, la que hay es artificial y con ella se hicieron camisetas y bolis y gorras y se llenó el pueblo de turistas que van a ver... la cascada.

A lo que iba... Nueva York. Me encanta Nueva York. Viviría en Nueva York. Esta es la segunda vez que voy y sigo pensando que nunca me hartaría de ella. No me gustan las ciudades perfectas, me gustan las de caos y decandencia y, aunque Nueva York ya no es lo que era antes de Giuliani, sigue teniendo ese toque gris y transmitiendo esa sensación de que allí todo es posible. Esto que acabo de decir es un tópico insoportable, pero mi capacidad mental con el jetlag está bajo mínimos, así que os aguantáis.

Giuliani la 'limpió', pero algún resquicio queda, por las esquinas, de los Halcones de la noche.

Aquí van varias observaciones sacadas de las mujeres neoyorkinas (sé que no es lo mismo Queens que Upper East Side, Harlem que el Village... pero vosotras me entendéis):

-Hay que correr. Y cuando digo correr, es correr a toda hostia, con deportivas y el puto ipod. La que no corre es una gorda y punto.

Los domingos va todo dios con las deportivas y la ropa de correr. En realidad ves gente que corre todo los días, lunes, miércoles, jueves... pero los domingos es una barbaridad. Para correr, zapatillas de correr, nada de mariconadas. Y se visten con top y leggins (de esos sport) o... atención... shorts anchos de hombre, de esos como de boxeador. He visto tantas con esos shorts que ahora sólo quiero salir a correr para ponerme los que me he comprado en GapBody !!!!

Al principio me quedé en shock, cuando vi a la primera con ellos fue en plan, eng... pero luego ya reaccioné, cuando vi a la segunda y a la tercera y a la cuarta... supe que tenía que tener unos y que saldría a correr como una puta loca, como una poseída. Ahora si veis a una zumbada por ahí con uno de esos shorts y corriendo todo el rato, saludarme, soy yo.

-Fiebre por las Castañer. Las neoyorkinas matan por ellas. Dicen que son lo más de lo más de lo más y las ponen en los grandes almacenes al lado de Manolos y Louboutines. Han descubierto la pólvora, por lo visto. Pero a día de hoy, si no tienes unas Castañer eres lo peor, estás fuera de onda total. Yo voy de guays, porque tengo unas desde hace varios años. Me siento visionaria total jajajaja

-La invasión de las manicuristas. Vale, todo dios sabe ya que en Manhattan hay más negocios de manicura que panaderías. Pero de verdad que es una exageración. La primera vez que fui hace seis años os juro que no había tantos ni de coña. Das una patada y te sale 30 manicuras en la misma esquina. Qué angustia.

Y de verdad que es una angustia. Me hice una manicura y una pedicura en uno de esos negocios, todas eran coreanas. Antes había estado hablando con una amiga mía que vive allí y me contó que ella se hace una a la semana, que cuando vivía en España no se las hacía porque aquí hacerse una es un acontecimiento interplanetario: hay que pedir hora y se tiran un siglo con todo el rollo, entre pitos y flautas tardas más de una hora en la tontería. Me dijo que allí es una cosa rápida, que no hay tiempo para mariconadas, así, en plan pimpanpunfuera. Vas a la primera que te encuentras, te sientas y te la hacen rápido y baratito.

Y vaya si van rápido las cabronas. Y tan pimpampunfuera. Qué estrés, por dios!!! Y eso que era sábado y el negocio estaba vacío (se ve que las hacen entre semana, en plan 'en lugar de parar para comer paro para hacerme la mani'). A mí no me gusta así, tan fast-manicure. Cuando me la hacen aquí me mola que se tiren su tiempo, que lo hagan todo bien, que lo pulan todo y que el resultado quede fino, fino, fino. Allí quedo bastante potable, pero yo soy más exigente y desde luego con ese ritmo frenético no se puede hilar tan fino.

-New York Toms. Lo adelantó MissB, que ya tiene unas. Allí las lleva todo el mundo, todo el rato.
-Chanclas reloaded. Os acordáis de que en Armas de Mujer Melanie Griffith se cambia los tacones de la oficina por las depor para salir a la calle. Pues las neoyorkinas de ahora hacen lo mismo, pero con las havaianas. Hay que joderse. Y yo que veía a las havaianas taaaaan 2001. Entre semana ves a todas las ejecutivas con sus trajes o vestidos de oficina andando con havaianas (y el chanel en el brazo, pero eso lo comentamos ahora, un poco más abajo).

-Chaneles mil. Nunca, pero nunca, nunca, ni en París, he visto a tanta gente con un Chanel colgando del brazo. Yo ya no sé si todos son fakes o es que la peña deja de comer para tener uno o es que en este planeta hay demasiado ricachón o si todos los millonetis se concentran en Manhattan. No sé, pero es alucinante, de todos los tamaños, bigsize, extramini, medium... Estuve por pegar el tirón a una y traérmelo a España, en plan recuerdo.

-Ojo con Harlem. Si eres cool de verdad, si tienes ojo y pasta suficiente, te comprarás una browstone en Harlem. El barrio sigue siendo pobre, al contrario que en el resto de Manhattan las calles están llenas de basura rodando y muchas de sus casas tienen las puertas y ventanas tapiadas (síntoma de la decadencia de un lugar). Pero Harlem está cambiando.

Desde que Clinton se mudara allí un tiempo, la cosa empieza a interesar. Allí está la Columbia y las casas son más baratas que en el resto de la isla, además, dicen que ahí se encuentran las viviendas más bonitas de Manhattan. A día de hoy una brownstone te puede costar 10 veces menos que otra casa en el Upper East Side, por ejemplo. A ver, cuestan millones de euros, pero quizá lo mismo que en otro barrio te cuesta 20, ahí te cuesta 2. Dicen que acabará siendo un barrio blanco, que ocurrirá como pasó con Georgetown en Washington. Al fin y al cabo, Harlem está dentro de esa isla millonaria.

-Viva el Meatpacking District. Es mi barrio favorito y hay que ver lo que ha cambiado en 6 años!!!!! Antes estaba Jeffries, Pastis y poco más, ahora han abierto un montón de tienda en sus cuatro calles, que aún conservan las viejas arrugas dejadas por su pasado carnicero, cuando los mataderos ocupaban los edificios que hoy son enormes y lujosos lofts. Si yo fuera millonaria, viviría en el Meatpacking.

-Afeitado vintage. Se está poniendo muy de moda en Nueva York que los hombres vayan a antiguas barberías a afeitarse y que cuando lo hacen en casa lo hagan con brocha y cuchilla de una sola hoja. Yo le compré a mi marido un kit. Llevaba mil años queriéndoselo hacer y nunca encontraba el momento ni el lugar. Ocurrió de repente, sin bucarlo.

Este no es el kit que compré, pero me vale la foto. Mi brocha, mi cuchilla y mi estante, a esto añadirle las cuchillas de recambio y el bote de crema de afeitar. Un regalito especial, vaya.

Abandonaba el Soho cuando pasé por una de esas barberías y entré como una loca!!!!! Si tenéis que hacer algún regalo a vuestros chicos, por su cumpleaños, por aniversario o porque sí, esto es tan cool que los dejaréis flipados.

La barbearía donde yo lo compré es The New York Shaving, súper auténtica, pero hay más.

Yo compré la cuchilla de una sola hoja, como digo, pero también las hay con el cuerpo vintage y la cabeza adaptada a las de tres hojas de ahora. Aunque os digo que el hombre que me atendió me dijo que el rasurado queda infinito mejor con las antiguas. Ya veremos qué dice mi marido.

Y ya está, deciros que me he arruinado y que no puedo ni respirar por la culpabilidad que arrastro. Ya se me pasará.

Y como os conozco y sois todas una panda de cotillas aquí tenéis dos de mis compras:


Este wrap dress de Diane Von Fustemberg. De verdad os lo digo, es un misterio, pero hay que ver lo bien que me quedan a mí estos vestidos!!!!!!!!! me siento cañón del colorado total!!!! Ahora sólo quiero llevar wrap dress, qué desastre!!!!!!

Me lo tomo como un break en mi etapa de mami-posh. Con él me veo rollo italiana excesiva, sólo me faltará echarme aceite para tomar el sol jajajaja

Dudé mucho entre este y el mío, pero no estoy acostumbrada a llevar colores tan fuertes y me vi más estilosa con el que al final compré. (el mío es el segundo de la lista, el que tiene como flores en color coral... el otro, con el que dudé, es el último, el verde como con arañazos blancos).

No me lo voy a quitar, me pondré melenona total y crujiré cuando camine. En serio, me preocupa que me lo quieran robar!!! jajajajajajajaja

Y la segunda compra, las New Balance. Me creo Natasha Zupan totalmente. Las mías son las mismitas, azul marino. Yo jamás llevo zapatillas, pero con ellas molo mil.

Ah... y por último contaros que Scott es un pesao. Me lo encontré un día por Broadway y no va el tío y me quería hacer una foto!!!!! En plan erre que erre, y venga y dale con que me quería hacer una foto:

Scott: Oh, por favor, necesito hacerte una foto. That skirt!!

Yo: Lo siento Scott, pero va a ser que no, que yo soy camarafóbica.

Scott: Pero si sólo será una foto, chiquitita, si no te enterarás.

Yo: Oye, que no, que luego salgo en tu blog y mi ego se maximiza y ya la hemos liao.

Scott: Pero si te va a encantar, venga, venga, ponte, ponte.

Yo: Joé, qué pesao, que te he dicho que no!

Scott: Pero ponte, ponte,,, que te la hago vintage. That skirt, that skirt!!!

Yo: Quita yaaaa, bicho!!!! Será posible el pesao este... Vete con la Garance, que está ligando con el negrata de los fakes, que quiere que le regale uno.

Buscadme en The Sartorialist, que no me fío de Scott y fijo que de intríngulis me la hizo y el cabrón la sacará cuando menos me lo espere. Me lo estoy viendo, el título del post: 'That asshole' jeje

Besos a todas.

Pd: Aclaro que la conversación con Scott es absolutamente ficción!!! que ya os estoy viendo buscándome!!!!