viernes, 7 de marzo de 2014

El garbo de los 90

Yo tengo los 90 metidos hasta el tuétano. Y vosotras, si ya estáis en el ecuador de la treintena, también. Eso es así, aunque no lo queráis, es irremediablemente así.  Los 90 fueron muchas cosas. Aburridos, perezosos, planos y permanentemente insatisfechos. Pero son nuestra década y se nos nota hasta en el brillo de las pestañas.


Mi manera de caminar es de los 90. Mi forma de peinarme, por dios, este pelo que yo tengo es jodidamente 1995. Me visto y leo como en los 90, aunque no quiera, me sale así.

Voy por la vida creyéndome moderna y muy de 2014 y en realidad me quedé en 1996. El tufillo a 90’s está ahí, por más que lo quiera disimular, mis genes noventeros son los que mandan.


Me compro unos pantalones y cuando me los pruebo me veo muy 2016 (por lo menos). Y entonces empiezo a caminar. Doy un paso y otro y otro. Y de repente me miro al espejo y veo que los 90 han hecho su trabajo y el pantalón me sienta exactamente como me sentaban los que llevaba en 1997!!!!!! 

Eso, queridas mías, se llama ‘el (no) garbo de los 90’. Es así. Os pasa. Y no hay más.


Cuando elijo ropa no me doy cuenta y me creo que molo. Me creo moderna, oyes. Y una mierda!! Siempre escojo las mismas prendas que llevo comprando desde los jodidos años 90. Cómo-es-posible????? Cómo es posible que lleve las mismas camisas, los mismos jerséis anchos, los mismos pitillo (el grunge, troncas, que llevábamos pitillos!!), las mismas camisetas y vestidos de tirante fino…

 Cómo es posible que, a la que me descuido,me quiero poner un vestido con unas Doc Martens? A ver, a ver, cómo es posible?


Y me controlo, porque voy para los 35 y porque tampoco hace falta que me lo ponga. CUALQUIER vestido me sienta como de andar por casa. Es decir, todos me quedan taaaaan de los 90!!!

Y no hablo de esa corriente nostálgica rollo amamos la EGB y esos coñazos que a mí personalmente me dan pereza a tope. Hablo de algo irremediable, de la identidad noventera y de su (no) garbo.

Mi yo noventero. Mi superego 96.

Y ya os lo he dicho, a vosotras también os pasa. Vais por la calle y os veo el vaho noventero. Como las que fueron jóvenes en los 70, que se les nota hasta durmiendo. O las que lo fueron en la movida ochentera, que a esas se les nota hasta cagando.


Nosotras, asumámoslo, siempre parecemos sacadas de un antro sucio y lleno de humo en el que suena Eddie Vedder, hay un futbolín y los chicos llevan las camisas de cuadros atadas en la cadera.


Yo, en los 90, me habría enamorado de Finn. Qué coño!! Yo en mis 90 me enamoré de muchos Finn!!! Por eso he caído rendida a los pies de ese bebé que nació en (hola?) 1991!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Y sin embargo, aquí estoy yo, loca perdida con Finn. 


Para las que no os estéis enterando de nada, Finn es el chico guapo, bueno y callado de My Mad Fat Diary, la serie británica que cuenta las desventuras de una súper gorda que está súper loca. Ya va por la segunda temporada y es la bomba, si no la véis, estáis tardando.

Finn es el chico guapo, el tímido que te sonríe desde abajo, por el que nos desmayábamos entonces.

Amemos a Finn como si estuviéramos en 1996.


Pd: Me doy las gracias a mí misma por no haber hablado de Jordan Catalano en este post.

Pd2: Tenemos que hablar de los meteoritos. Que no se me olvide. Los meteoritos.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Y de Bradley Cooper!!! Tambien tenemos que hablar de el

Marta

CentímetrosXL dijo...

AMO A FINN Y PUNTOOOOOOOOOOOOOOOO

Mónica B dijo...

Uff, me siento muy identificada. Siempre me ha parecido que la ropa perdía parte de su lustre cuando me la ponía -daba igual la prenda, su corte, el precio, etc.-, ¡¡y es el no-garbo de los 90!!.

Gran entrada. Aunque no aparezca Jordan Catalano o Chris Stevens (me guastaba el Dr. Fleischman, pero más Chris).

Anónimo dijo...

Ma-te-o luz de mi vida,pecado mío??! He tardado un rato en darme cuenta de dónde me sonaba eso. Estoy leyendo un post de los Óscar y me encuentro con Navokov, eso no me lo esperaba. Sólo te puedo reprochar que no lo pusieras entre comillas. Te sigo.

Anónimo dijo...

Los 90 fueron una etapa tan marcada que sólo nos damos cuenta ahora... y es que creo que nunca he dejado de ser de los 90, y mira que me jode eh, porque me molaba ser moderna, pero no, soy de los 90 y parezco de los 90, y esto es así.

Cuanta razón tienes.

María N.

Anónimo dijo...

Grande Lula!!! Yo soy taaaaan de los 90 que hasta hace poco no tenia ni internet en casa....no digo más....

Anónimo dijo...

Lula, este escrito ha sido una revelación.
Seguir vistiendo chupilla de cuero, combinar las zapatillas converse con todo, usarlas hasta en invierno!!!¿Es lo nuestro un síndrome?

Besitos
Valentina

Anónimo dijo...

ajajaaja me caes muy bien, pero estás to loca!!

Celia

Annie dijo...

Yo decididamente me quedé en los 90 musicalmente hablando. Lo que dices del antro oscuro, Pearl Jam, las camisas de cuadros,...Dios, me encantaba!
Pero Monica B me ha hecho fijarme en el tema ropa, a mí me pasa lo mismo, sigo llevando pitillos porque creo que es el pantalón que mejor me sienta, pero me pongo "la camisa blanca que todas tenemos que tener en el armario" y me siento arrugada y desubicada. Creía que era yo, pero no, era el "no-garbo" de los 90! :)